HUMANO,
EDUCADOR Y CREYENTE
Un aporte al
mundo educativo
Comencemos por dedicarle un espacio a cada una de esas tres
palabras que conforman el título de este blog.
HUMANO:
¿Qué educador no es humano?
Hasta la fecha no he visto el primer docente parado frente a
un grupo de estudiantes que no sea de carne y huesos. La tecnología podrá avanzar
y llegar a construir un robot que asista a un salón de clases y dicte una serie
de información previamente programada, pero llegar a interactuar para educar a
los estudiantes, es otra cosa.
Todo educador pasa las puertas de la institución educativa
en la que trabaja con un morral cargado de historia, de anécdotas, caídas y
levantadas. ¿Olvidamos ese detalle?, ¿nos metemos tanto en el rol de docentes
que borramos del todo nuestro pasado y presente? Si la respuesta a esas tres
interrogantes es afirmativa, qué mal estamos, muy graves.
San Juan Bautista De La Salle, el patrono universal de los
educadores, escribió un documento llamado “el memorial sobre los orígenes”, los
Hermanos consiguen este texto entre las pertenencias de su fundador para el año
1711, el señor De La Salle reconoce que todo el camino recorrido ha sido desde
su humanidad, guiado por la divinidad de Dios. El fundador de los Hermanos de
las Escuelas Cristianas vio la necesidad de escribir, darle nombre a los
hechos, a las experiencias para poderlas estudiar y dejar los datos más
relevantes de todo el recorrido.
Esta es una excelente invitación para nosotros, educadores
del siglo XXI, detenernos a observar, escribir y analizar nuestra historia
personal, no vaya a ser que estemos arrastrando mochilas cargadas de piedras
provenientes del siglo XX, sería terrible para los estudiantes.
Por mi parte, cuando he dejado ver “algo” de mi humanidad a los
estudiantes, es cuando más sólida ha sido la relación y se ha revelado ante
ellos mi único interés de mostrarles el rostro amoroso de Dios, un Dios que no
está lejos, por encima, sino por el contrario, cercano, amigo y misericordioso.
¿Es fácil compartir con los estudiantes la propia humanidad?
No. Para llegar a ese reto, debemos comenzar por revisar, mirar al pasado y
poner orden en casa. El perdón es una de las principales acciones que mayor
beneficio personal nos ofrece, cuando perdonamos caminamos en libertad,
respiramos profundamente y nuestros pulmones se llenan de nuevo oxígeno y
alimentan de vida todo nuestro organismo.
¿Te has atrevido “por unos minutos” a poner dentro del cajón
del escritorio las normas y manuales de convivencia de la institución para
poner por encima de la tabla los Evangelios? Seguramente alguno estará diciendo
“este hombre está loco, ya vino con sus romanticismos”. Pues con la mano puesta
en la vida de cada uno de mis exalumnos me atrevo a afirmar que ha sido la
mejor decisión que he logrado tomar como docente y hermano, sufrí un proceso de
conversión. Haz la prueba, inténtalo una vez y verás los resultados. Hasta los
corazones más difíciles se logran tranquilizar.
“Pero,
¿puedo yo ser en verdad, a la vez, buen canónigo y buen superior de una
comunidad
que exige residencia?” M.S.O
14,3 San Juan Bautista De La Salle
Haciendo una relación con el texto del fundador podría
preguntarme: ¿puedo yo ser en verdad, a la vez, buen catedrático y buen maestro
de un grupo de estudiantes que exigen y requieren de amor y atención?
En mis encuentros con los docentes les propongo realizar una
serie de ejercicios cortos, sencillos, que les permitan ir dando pasos de
humanidad necesarios en estos tiempos tan exigentes de diálogo, encuentro y escucha.
La intención es sentirnos bien, disfrutar el momento y convertirlo en el primer
escalón a la relación humana con los estudiantes, aunque no lo creamos, ellos
son los más hambrientos de estas experiencias de humanidad.
La intención es ir caminando poco a poco desde la historia
personal y detectando momentos claves que nos permitan reconocer el amor
recibido, de la misma forma identificar las escenas complejas, difíciles y
aplicar las curas necesarias para continuar avanzando. Es un primer momento de
trabajo personal, pasando a un segundo momento al trabajo grupal.
Seguramente hemos repetido esa frase que dice “nadie puede
dar de lo que no tiene”, en este caso creo que todos poseemos “humanidad” lo
que tenemos que hacer es rescatarla y ponerla al servicio de la educación.
En un próximo escrito, seguiremos reflexionando con el ser
EDUCADOR.
“Viva Jesús en nuestros corazones… por siempre.”
Significado de las siglas M.S.O - Memorial sobre los orígenes
saludos hermano leo me gustaria compartir este espacio con ud ya que no lo tengo presente lo extraño Dios me lo bendiga
ResponderEliminarBuenas tardes, muchas gracias por el comentario. No logro ver quién me escribe, no aparece nombre o dirección de correo.
EliminarCon gusto seguiré escribiendo y compartiendo con todos los lectores cada una de las reflexiones.