PASTORAL EDUCATIVA, LA CLAVE DE UNA
BUENA GERENCIA
Parte 3
Esta es la tercera y última parte
de este espacio de reflexión que hemos querido dedicar a la Pastoral Educativa,
clave de una buena gerencia.
Retomamos la cita con la que
culminamos el escrito anterior.
“Hablar de pastoral educativa es referirnos a una acción muy
compleja aunque profundamente unitaria. Lo que le da unidad es la tarea a la
que todos los actores son convocados: la síntesis fe-vida - cultura. Esta es la tarea de fondo de la
actividad educativa: conformar comunidades de creyentes que se encuentran en
torno a los saberes culturales socialmente significativos para su recreación crítica
a la luz de la fe, buscando la conversión personal y grupal. Esta es una tarea de todos los actores: directivos, docentes,
auxiliares, alumnos, familias, religiosos y seglares.”
Rodríguez Mancini Santiago;
“Pastoral Educativa, Una mirada de fe sobre la tarea escolar”;
Cuaderno MEL, pág 15, junio
2005
.
Comencemos haciendo referencia a
la “unidad”, al reconocimiento de cada uno de los actores desde su ser hasta su
rol dentro del centro educativo. Promover actividades y estrategias que
permitan mirarse, escucharse y reconocerse unos a otros, desde ahí es que
comienza la pastoral educativa. Esta primera etapa exige de tiempo, ya que
tocamos fibras muy personales, entra en juego la confianza, la sinceridad. Es
un camino exigente que debe ser bien transitado, les irá permitiendo construir la
“comunidad” necesaria para seguir avanzando; cuando conocemos a los otros más
allá de los roles laborales nos compenetramos y valoramos desde el ser.
A todos se nos convoca a realizar
una síntesis entre fe – vida – cultura. Para ello hay que contar con tiempos
marcados en el calendario para realizar esta tarea. No se improvisa.
La fe de cada persona es
diferente, sus experiencias de Dios definen muchas de sus acciones y manera de
pensar. La fe no es algo estático, se fortalece o debilita según las bases que
se tengan y las herramientas con las que se enfrenta la persona a las
constantes batallas de la vida cotidiana. Construir comunitariamente unas
buenas columnas nos permitirá avanzar en el resto de la edificación llamada “pastoral
educativa”. No se pretende que todos crean en lo mismo o que todos repitan los
mismos discursos religiosos, lo que se desea es que todos tengan las
herramientas necesarias para analizar, orar, iluminar la vida desde los
Evangelios, sin que esto sea un conflicto. Es tener presente la pregunta “¿cómo habla Jesús en los hombres de
hoy?”
Cada uno de los integrantes de la comunidad escolar posee una
dinámica única, familiar, muy personal. Su vida es su tesoro, su vasija de
barro, la cual debe ser protegida y reconocida como única, y ese es su
principal aporte. Contemplar la vida desde los ojos de la fe requiere de mucha
paz y presencia de Dios. Sin ocultar las sombras, más bien, reconocer que ellas
existen porque antes estaba presente la luz y gracias a ella, el camino se ha
logrado recorrer. Entonces al reconocer este segundo elemento de la tarea,
estamos viviendo las invitaciones evangélicas desde la pedagogía de Jesús, el
cual siempre miraba a los ojos, hablaba con el Padre, tocaba a la persona,
utilizaba con un lenguaje aterrizado, la verdad por delante invitando a la
conversión.
La cultura, este concepto ha ido mutando con el pasar de los años,
se podría decir que es una de las palabras que más definiciones posee.
“En general, la cultura es una especie de tejido social que abarca las distintas formas y expresiones de una sociedad determinada. Por lo tanto, las costumbres, las prácticas, las maneras de ser, los rituales, los tipos de vestimenta y las normas de comportamiento son aspectos incluidos en la cultura.” https://definicion.de/cultura/
Esta es una de las definiciones
que más me agrada, ya que es inclusiva. La escuela es un “tejido social” que
acoge a personas provenientes de diferentes lugares, con variedad de edades,
historias, etc. Por lo tanto, una norma, o una actividad pueden ser
interpretadas de manera diferente según la edad del individuo. Uniformar a
todos los docentes o estudiantes en un colegio asegura algunas estrategias
formativas y evita otros dolores de cabeza, pero por otro lado esconde los
gustos personales, el reconocimiento individual, etc. No estoy diciendo que es
algo malo, solamente estoy generando reflexión.
La síntesis de estos tres
elementos fe – vida – cultura permiten que todos lleguemos a una conversión
personal y grupal, haciendo del escenario educativo un espacio de salvación, en
el que los ataques, las luchas de grupos, los chismes, el deseo de poder o la
rivalidad han desaparecido porque el interés principal es que todos los actores
se sientan en casa, reconocidos, valorados y promovidos humana y
profesionalmente.
Con todo lo que hemos venido
reflexionando en los tres escritos, el lector está en la capacidad de reconocer
que la pastoral educativa no se reduce a la catequesis o las clases de
Educación Religiosa Escolar (ERE). Ya es hora de superar ese pensamiento, ojalá
llegásemos al momento de eliminar la ERE dentro del horario escolar ya que
reconocemos que en todas las horas de clases de alguna u otra forma se está
formando en la fe. Las ciencias y las humanidades no se divorcian, van de la
mano, dialogan y se encuentran, buscando la resolución de los conflictos,
queriendo impactar a la comunidad local y a cada uno de los hogares que día a
día asisten a la escuela buscando mejorar su calidad de vida.
centrada en las humanidades,
apuntando a desarrollar en las personas
la capacidad de pensar correctamente
y al goce de la verdad y la belleza,
es educación para la libertad,
educación liberadora”
Jacques Maritain
Alguno podría decirme que lograr que una escuela funcione correctamente en la dinámica de la “pastoral educativa” lleva años de trabajo, no es nada fácil, ni rápido. Estamos de acuerdo y les felicito al realizar dicha afirmación; personalmente dediqué 10 años de mi vida en formar al personal, realizar acompañamiento y procesos de evaluación a 10 colegios católicos y me atrevo a decir que todavía hay mucho por hacer, esto es algo de todos los días, de todos los años y más cuando la rotación de docentes es alta.
No pretendí agotar el tema de la
Pastoral Educativa en estos tres escritos, son pequeñas pinceladas que desean
promover la reflexión, despertar nuevas inquietudes y activar el deseo de
formarse, de actualizarse y continuar avanzando en este apasionante camino de
ser “ministros de Jesucristo”.
El colegio perfecto no existe, lo
que sí es cierto es que cada día tenemos una nueva oportunidad para avanzar,
para acercarnos humana y cristianamente a la vida de los otros. Inviertan
tiempo en la oración comunitaria, leer la Palabra, meditarla, relacionarla con
la vida; fórmense, generen espacios de actualización, todo eso es ganancia que
se verá reflejada en la convivencia diaria.
Espero sus comentarios.
Viva Jesús en nuestros corazones…
por siempre.
Muy interesante estas pinceladas acerca del tema. Es muy necesario trabajar en la pastoral educativa y mas si somos un colegio católico. Es poder vivir y hacer sentir lo importante de la presencia de Dios en nuestras vidas y no olvidarnos de compartir ese conocimiento. Nos llevara años pero hay que empezar de nuevo, continuar lo ya avanzado y que sea nuestra contante diaria... Viva Jesús en Nuestros Corazones
ResponderEliminarSi los directivos descubrieran que más de la mitad de sus dolores de cabeza se desaparecerían si implementan en sus planteles una gerencia desde la Pastoral Educativa, te aseguro que todos lo hicieran.
EliminarSigamos adelante.
Viva Jesús en nuestros corazones... por siempre.