4 de septiembre de 2018

3era Parte PASTORAL EDUCATIVA, LA CLAVE DE UNA BUENA GERENCIA


PASTORAL EDUCATIVA, LA CLAVE DE UNA BUENA GERENCIA
Parte 3

Esta es la tercera y última parte de este espacio de reflexión que hemos querido dedicar a la Pastoral Educativa, clave de una buena gerencia.

Retomamos la cita con la que culminamos el escrito anterior.

Hablar de pastoral educativa es referirnos a una acción muy compleja aunque profundamente unitaria. Lo que le da unidad es la tarea a la que todos los actores son convocados: la síntesis fe-vida - cultura. Esta es la tarea de fondo de la actividad educativa: conformar comunidades de creyentes que se encuentran en torno a los saberes culturales socialmente significativos para su recreación crítica a la luz de la fe, buscando la conversión personal y grupal. Esta es una tarea de todos los actores: directivos, docentes, auxiliares, alumnos, familias, religiosos y seglares.”

Rodríguez Mancini Santiago; “Pastoral Educativa, Una mirada de fe sobre la tarea escolar”;
Cuaderno MEL, pág 15, junio 2005
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Comencemos haciendo referencia a la “unidad”, al reconocimiento de cada uno de los actores desde su ser hasta su rol dentro del centro educativo. Promover actividades y estrategias que permitan mirarse, escucharse y reconocerse unos a otros, desde ahí es que comienza la pastoral educativa. Esta primera etapa exige de tiempo, ya que tocamos fibras muy personales, entra en juego la confianza, la sinceridad. Es un camino exigente que debe ser bien transitado, les irá permitiendo construir la “comunidad” necesaria para seguir avanzando; cuando conocemos a los otros más allá de los roles laborales nos compenetramos y valoramos desde el ser.

A todos se nos convoca a realizar una síntesis entre fe – vida – cultura. Para ello hay que contar con tiempos marcados en el calendario para realizar esta tarea. No se improvisa.

La fe de cada persona es diferente, sus experiencias de Dios definen muchas de sus acciones y manera de pensar. La fe no es algo estático, se fortalece o debilita según las bases que se tengan y las herramientas con las que se enfrenta la persona a las constantes batallas de la vida cotidiana. Construir comunitariamente unas buenas columnas nos permitirá avanzar en el resto de la edificación llamada “pastoral educativa”. No se pretende que todos crean en lo mismo o que todos repitan los mismos discursos religiosos, lo que se desea es que todos tengan las herramientas necesarias para analizar, orar, iluminar la vida desde los Evangelios, sin que esto sea un conflicto. Es tener presente la pregunta “¿cómo habla Jesús en los hombres de hoy?” 

Cada uno de los integrantes de la comunidad escolar posee una dinámica única, familiar, muy personal. Su vida es su tesoro, su vasija de barro, la cual debe ser protegida y reconocida como única, y ese es su principal aporte. Contemplar la vida desde los ojos de la fe requiere de mucha paz y presencia de Dios. Sin ocultar las sombras, más bien, reconocer que ellas existen porque antes estaba presente la luz y gracias a ella, el camino se ha logrado recorrer. Entonces al reconocer este segundo elemento de la tarea, estamos viviendo las invitaciones evangélicas desde la pedagogía de Jesús, el cual siempre miraba a los ojos, hablaba con el Padre, tocaba a la persona, utilizaba con un lenguaje aterrizado, la verdad por delante invitando a la conversión.

La cultura, este concepto ha ido mutando con el pasar de los años, se podría decir que es una de las palabras que más definiciones posee. 



“En general, la cultura es una especie de tejido social que abarca las distintas formas y expresiones de una sociedad determinada. Por lo tanto, las costumbres, las prácticas, las maneras de ser, los rituales, los tipos de vestimenta y las normas de comportamiento son aspectos incluidos en la cultura.”
https://definicion.de/cultura/

Esta es una de las definiciones que más me agrada, ya que es inclusiva. La escuela es un “tejido social” que acoge a personas provenientes de diferentes lugares, con variedad de edades, historias, etc. Por lo tanto, una norma, o una actividad pueden ser interpretadas de manera diferente según la edad del individuo. Uniformar a todos los docentes o estudiantes en un colegio asegura algunas estrategias formativas y evita otros dolores de cabeza, pero por otro lado esconde los gustos personales, el reconocimiento individual, etc. No estoy diciendo que es algo malo, solamente estoy generando reflexión.

La síntesis de estos tres elementos fe – vida – cultura permiten que todos lleguemos a una conversión personal y grupal, haciendo del escenario educativo un espacio de salvación, en el que los ataques, las luchas de grupos, los chismes, el deseo de poder o la rivalidad han desaparecido porque el interés principal es que todos los actores se sientan en casa, reconocidos, valorados y promovidos humana y profesionalmente. 

Con todo lo que hemos venido reflexionando en los tres escritos, el lector está en la capacidad de reconocer que la pastoral educativa no se reduce a la catequesis o las clases de Educación Religiosa Escolar (ERE). Ya es hora de superar ese pensamiento, ojalá llegásemos al momento de eliminar la ERE dentro del horario escolar ya que reconocemos que en todas las horas de clases de alguna u otra forma se está formando en la fe. Las ciencias y las humanidades no se divorcian, van de la mano, dialogan y se encuentran, buscando la resolución de los conflictos, queriendo impactar a la comunidad local y a cada uno de los hogares que día a día asisten a la escuela buscando mejorar su calidad de vida.

“Una educación dirigida hacia la sabiduría,
centrada en las humanidades,
apuntando a desarrollar en las personas
la capacidad de pensar correctamente
y al goce de la verdad y la belleza,
es educación para la libertad,
educación liberadora”

Jacques Maritain



Alguno podría decirme que lograr que una escuela funcione correctamente en la dinámica de la “pastoral educativa” lleva años de trabajo, no es nada fácil, ni rápido. Estamos de acuerdo y les felicito al realizar dicha afirmación; personalmente dediqué 10 años de mi vida en formar al personal, realizar acompañamiento y procesos de evaluación a 10 colegios católicos y me atrevo a decir que todavía hay mucho por hacer, esto es algo de todos los días, de todos los años y más cuando la rotación de docentes es alta.

No pretendí agotar el tema de la Pastoral Educativa en estos tres escritos, son pequeñas pinceladas que desean promover la reflexión, despertar nuevas inquietudes y activar el deseo de formarse, de actualizarse y continuar avanzando en este apasionante camino de ser “ministros de Jesucristo”.

El colegio perfecto no existe, lo que sí es cierto es que cada día tenemos una nueva oportunidad para avanzar, para acercarnos humana y cristianamente a la vida de los otros. Inviertan tiempo en la oración comunitaria, leer la Palabra, meditarla, relacionarla con la vida; fórmense, generen espacios de actualización, todo eso es ganancia que se verá reflejada en la convivencia diaria.

Espero sus comentarios.

Viva Jesús en nuestros corazones… por siempre.

2 comentarios:

  1. Muy interesante estas pinceladas acerca del tema. Es muy necesario trabajar en la pastoral educativa y mas si somos un colegio católico. Es poder vivir y hacer sentir lo importante de la presencia de Dios en nuestras vidas y no olvidarnos de compartir ese conocimiento. Nos llevara años pero hay que empezar de nuevo, continuar lo ya avanzado y que sea nuestra contante diaria... Viva Jesús en Nuestros Corazones

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    1. Si los directivos descubrieran que más de la mitad de sus dolores de cabeza se desaparecerían si implementan en sus planteles una gerencia desde la Pastoral Educativa, te aseguro que todos lo hicieran.
      Sigamos adelante.
      Viva Jesús en nuestros corazones... por siempre.

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Gracias por participar en este espacio de formación.