25 de noviembre de 2022

UNA TAREA PENDIENTE: LA INTELIGENCIA ESPIRITUAL - II Parte

“Demasiados niños y jóvenes, tanto pobres como ricos, en todos los rincones del mundo, están experimentando enfermedades mentales”, explica Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF. “Esta crisis inminente no entiende de fronteras ni de límites. La mitad de los trastornos mentales empieza antes de los 14 años, así que necesitamos estrategias urgentes e innovadoras para prevenirlos, detectarlos y en caso necesario tratarlos, a una edad temprana”. (1) 

La información expresada en el párrafo anterior, está tomada de la página web de UNICEF y fue publicada el 05 de noviembre de 2019, antes de la pandemia producida por la COVID – 19, seguramente este escenario ha empeorado, las cifras han crecido, bastaría con pensar si en un hogar, los adultos atraviesan escenarios de estrés y depresión, posiblemente los menores de edad, padecen esos trastornos, sin saber cómo canalizarlos. Como educadores no debemos ignorar esta realidad, por el contrario, deberíamos asumir la importantísima tarea de investigar y construir estrategias que permitan hacer de la escuela un espacio de salvación, en donde cada niño logre encontrar su lugar de seguridad, de sanidad emocional y mental, logrando crecer en todas aquellas habilidades que le motiven a desarrollar su inteligencia espiritual, que en el fondo, será la que le ayudará a desarrollar las otras inteligencias para hacer frente a los escenarios de conflicto.

En el Reino Unido, la oficina para los estándares en la educación y que Alonso (2012) ha citado, señala que el desarrollo espiritual: “es el desarrollo no–material del ser humano que nos anima y sostiene y que dependiendo de nuestro punto de vista, acaba o continua en alguna forma cuando nos morimos. Algunas personas podrían denominarlo como el desarrollo del alma, otros como el desarrollo de la personalidad o del carácter.” (2) 

Qué interesante y valioso es poder identificar que la oficina para los estándares en la educación del Reino Unido, está considerando el desarrollo espiritual como uno de los principales fundamentos a tener en cuenta en el proceso educativo, ya que su función es animar y sostener la vida, ojalá en nuestras escuelas este sea uno de los ejes transversales a considerar en todas las actividades escolares. 

Volviendo a las afirmaciones realizadas por la UNICEF luego de varios estudios y consultas a expertos afirma:

“Según los últimos datos:

·       Más del 20% de los adolescentes de todo el mundo sufren trastornos mentales.

·       El suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 19 años.

·       Alrededor del 15% de los adolescentes de países de ingresos medios y bajos se ha planteado el suicidio.

El coste de los trastornos mentales no es solo personal, sino también social y económico. Y, sin embargo, la salud mental de los niños y adolescentes ha sido ignorada a menudo en los planes de salud nacionales y globales.” (3) 

Sugiero que en todas las escuelas, se brinden herramientas de acompañamiento y formación para cada uno de los educadores, con el fin de construir estrategias preventivas que permitan a cada niño y joven, encontrar una ventana que oxigene y oriente sus sentimientos y pensamientos, hacia conductas sanas y fraternas, impactando al grupo social positivamente, trayendo como consecuencias un escuela que impacte el corazón de la familia.

“Muy pocos niños tienen acceso a programas que les enseñen a gestionar emociones difíciles”, afirma el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. “Muy pocos niños con enfermedades mentales tienen acceso a los servicios que necesitan. Esto debe cambiar”. (4)

No estoy proponiendo que los maestros asuman el papel de psicólogos, eso sería una gran irresponsabilidad. Lo que estoy proponiendo es que el maestro cuente con las herramientas necesarias para que su aula, el espacio de la clase, sea un ambiente sano, con las condiciones emocionales necesarias para motivar al aprendizaje, educando en las sanas relaciones sociales, aprendiendo a resolver conflictos, mirando al otro como una oportunidad para ser mejores personas y no sentir al hermano como una amenaza.

Quiero sugerir algunos elementos que podrían trabajarse desde los departamentos de psicología y orientación en cada escuela:

  • Promover espacios de encuentro en los que se ayude a cada maestro a identificar sus sentimientos, aquello que le motiva y alegra cada vez que se encuentra con sus estudiantes. Identificar lo positivo, lo hermoso de ser maestro.
  • Identificar aquellas acciones positivas, estimulantes, que cada maestro podría utilizar en sus aulas, con el fin de asegurar un clima agradable que beneficie el desarrollo de una clase.
  • Tener encuentros con los familiares de los estudiantes, con el fin de conversar en torno a la inteligencia espiritual y los beneficios que esta aporta al ser humano. Talleres formativos.
  • En cada una de las áreas del conocimiento, considerar algunas estrategias que desarrollen en los estudiantes las siguientes habilidades (inspirado de Alonso 2012):
  1.   “La introspección: comprender y aceptarse.
  2.   Desarrollar la imaginación, la inspiración y la intuición.
  3. Vivir la experiencia de asombro y misterio.
  4. Aprender a reflexionar sobre el origen y el sentido de la vida.
  5. Búsqueda del significado y propósito.
  6. Vivir experiencias en torno a lo trascendente.
  7. Reconocer que los recursos interiores aportan habilidades para sobreponernos a situaciones complejas.
  8. Identificar las habilidades propias en torno a la música, el arte, la literatura, el teatro, la artesanía.
  9. Admirar y respetar la naturaleza, el medio ambiente, la casa común.
  10. Desarrollar un sentido de comunidad, de encuentro con el otro.” (5)

Con el total convencimiento de que este escrito sea un aporte para cada uno de los educadores y pueda despertar inquietudes y nuevas iniciativas que impacten positivamente la vida de la escuela y las familias. 

Referencias bibliográficas:

(1) https://www.unicef.org/mexico/comunicados-prensa/m%C3%A1s-del-20-de-los-adolescentes-de-todo-el-mundo-sufren-trastornos-mentales

(2) Alonso, A. (2012). Pedagogía de la interioridad. Aprender a ser desde uno mismo. Madrid: Narcea. (pp 117 – 146)

(3) https://www.unicef.org/mexico/comunicados-prensa/m%C3%A1s-del-20-de-los-adolescentes-de-todo-el-mundo-sufren-trastornos-mentales

(4) Idem.

(5) Alonso, A. (2012). Pedagogía de la interioridad. Aprender a ser desde uno mismo. Madrid: Narcea. (pp 117 – 146)

Imágenes tomadas de google, en su mayoría de UNICEF.


26 de agosto de 2022

UNA TAREA PENDIENTE: LA INTELIGENCIA ESPIRITUAL - Parte I

Comencemos rescatando diferentes reflexiones hechas por Francesc Torralba en torno a la inteligencia, él se pregunta ¿qué es la inteligencia? Y considera en su exposición varias definiciones: lo primero es aclarar que es una palabra polisémica, que posee significados múltiples. Posee un significado etimológico, proviene del latín intellegere, inter es “dentro”, llegere es “leer”, por lo tanto es leer dentro, no quedarse en la superficie, en la fachada, la persona busca intuir lo que está más allá de lo inmediato, leer dentro del corazón de las personas, lo que ocurre al interior de las instituciones, de la familia, entrever lo que atesora una lectura o un acontecimiento y se enriquece cuando el ejercicio de inteligencia lo realizan varias personas.

Posee otro significado que es inter eligere, capacidad de “elegir entre” varias opciones, elegir bien, aclarar lo que se oculta en la encrucijada.

Inteligencia es la facultad que nos permite elegir, para ello debemos deliberar y para deliberar debemos pensar y esta tarea se desarrolla mucho mejor comunitariamente, no en soledad, lo mejor es intercambiando ideas, experiencias, creencias, de esa manera se amplia la visión y el análisis, ya que se incorporan nuevos elementos.

Otro significado es la capacidad de adaptarse a entornos distintos. Los seres humanos hemos desarrollado la inteligencia, adaptándonos a diferentes entornos, hostiles, elaboramos herramientas que nos permitan vivir en lugares diferentes y extremos y de cada una salimos fortalecidos, con nuevos aprendizajes.

Otra definición es la capacidad que poseemos de encontrar soluciones a situaciones complejas, resolver problemas, una persona es inteligente cuando es capaz de encontrar una vía, caminos o puentes de mediación, sería la suma de las definiciones anteriores, se considera el elemento comunitario y la superación de dificultades o conflictos.

Al considerar estas definiciones que hacen referencia a la inteligencia y avanzando en el tema que estamos analizando, sería oportuno preguntarnos ¿los seres humanos nacemos con algo de espiritualidad?

Rescatando algunas definiciones realizadas por diferentes autores, podemos compartir que la espiritualidad “es un valor positivo y superior, ya que es una cualidad que determina, en la mayoría de los casos, un comportamiento coherente con los valores morales y éticos que ayudan al desarrollo individual.” (2)

Luego de leer esta definición podríamos afirmar que sí, que los seres humanos nacemos con espiritualidad, ya que es una tendencia innata en todas las personas y no estamos hablando de ser o no ser religiosos, de pertenecer a una religión, es una manera de comportarnos que es impulsada por aquellas creencias morales y éticas que en el proceso evolutivo hemos ido haciendo nuestras, porque reconocemos su importancia y valor para asegurar una calidad de vida.

Si la espiritualidad es un valor positivo, superior e innato en los seres humanos, ¿deberíamos educar la inteligencia espiritual?, ¿qué sucedería si la atrofiamos, o la dejamos en un estado germinal o latente, sin cultivarla?, ¿qué riqueza y oportunidades perdemos si no la educamos y desarrollamos? Al tener claridad de lo que es inteligencia emocional seguramente responderemos a estas preguntas sin mayor dificultad, ya que todo padre o madre quiere que sus hijos sean personas emocionalmente sanas, que respeten y valoren a toda la creación, que identifiquen sus fortalezas humanas y trascendentales, que desarrollen la capacidad de preguntar y argumentar sus teorías, que rechacen el mal.

Toda inteligencia requiere del otro para su desarrollo, requiere de alguien que la estimule, por mímesis los seres humanos, en especial los niños desarrollan capacidades y habilidades, esto sucede porque alguien le motivó y enseñó; necesitamos de un maestro. Es válida la pregunta ¿se puede desarrollar la inteligencia espiritual si se vive en un desierto espiritual, en un escenario en donde nunca se ora, se medita, se contempla? 

Alonso en su libro Pedagogía de la interioridad, afirma que Maslow definió el concepto “autorrealización” como un estado espiritual, es lo que hoy llamamos inteligencia espiritual. Si los padres de familia en el hogar y los maestros en las escuelas tuvieran conciencia de esto al momento de educar a los niños, seguramente tendríamos una sociedad sana, que supiera controlarse y canalizar las acciones, teniendo como guía los valores y principios que regirán su conducta. (3)

Considerando lo antes mencionado, tomamos la definición de inteligencia espiritual expresada por Zohar y citado por Alonso (2012), “la inteligencia espiritual es la inteligencia con que afrontamos y resolvemos problemas de significados y valores; la inteligencia con que podemos poner nuestros actos y nuestras vidas en un contexto más amplio, más rico y significativo; la inteligencia con que podemos determinar que un curso de acción o un camino vital es más valioso que otro. La inteligencia espiritual es la base necesaria para el eficaz funcionamiento tanto del coeficiente intelectual como de la inteligencia emocional. Es nuestra inteligencia primordial.”  (4)

En la vida nos estaremos enfrentando a situaciones complejas, que pueden generar conflictos personales o sociales, incluso crisis que se basan en la dificultad de identificar lo vital en la vida, y nos exigen desarrollar el discernimiento desde la libertad. Y en la medida en que eduquemos en la inteligencia espiritual, desarrollando la capacidad para tomar las mejores decisiones y que las acciones vayan en coherencia con el sentir y pensar, estaremos asegurando el camino educativo tan necesario que permita tener niños y jóvenes felices, seguros y claros al momento de tomar decisiones.

Alonso (2012) en su libro Pedagogía de la interioridad, cita a Zohar diciendo que todas nuestras inteligencias, posiblemente infinitas, pueden vincularse con uno de los tres sistemas básicos del cerebro: inteligencia emocional, inteligencia racional e inteligencia espiritual y sus asociadas disposiciones neuronales. Por otro lado, Ramón Guillermo Navas afirma que de estas tres la más importante es la inteligencia espiritual, ya que está relacionada con el ser. Según Menegatti sus manifestaciones serían la fe, la esperanza, el perdón, la capacidad de arrepentimiento (diferente a la culpa) y la humildad. (5)

Tony Buzan en su obra El poder de la inteligencia espiritual, define a las personas espiritualmente inteligentes como aquellas que intentan ser siempre conscientes de la grandiosidad de todo ser viviente y de la belleza del universo. Y como consecuencia:

·       Tienen amor y respeto por la naturaleza.

·       Están convencidas de que pueden cambiar algo. 

·       Todo lo que dicen, hacen y creen, saben que afecta a los demás.

·       Poseen unos valores y unos códigos internos de conducta que dan sentido a sus vidas.





·       Son compasivos y están comprometidos, comprenden sus causas y el significado de sus acciones y reacciones.

·       Saben dar y recibir.

·       Observan y aprenden de los niños, sin que esto signifique comportarse como ellos.


Zohar nos brinda una serie de modos que permiten detectar una alta inteligencia espiritual:

·       Las personas poseen una capacidad de ser flexibles, se adaptan espontáneamente a los cambios.

·       Se posee un alto nivel de conciencia de sí mismo, autoconocimiento.

·       Posee capacidad de afrontar y usar el sufrimiento en positivo, aprendizaje; afronta y trasciende al dolor.

·       Capacidad de inspirarse en ideas y valores.

·       Rechaza el causar daño a los otros.

·       Tendencia a ver las relaciones entre las cosas.

·       Tendencia a preguntar ¿por qué? y a pretender respuestas fundamentales.

·       Facilidad para estar en contra de las convenciones.



 Referencias bibliográficas:

1. Vídeo inspirador e iluminador del tema tratado: Francesc Torralba https://www.youtube.com/watch?v=s0atz-ePLSk&t=728s 

2. https://www.significados.com/espiritualidad/

3. Alonso, A. (2012). Pedagogía de la interioridad. Aprender a ser desde uno mismo. Madrid: Narcea. (pp 117 – 146)

4. Idem

5. Idem

Imágenes tomadas de google.