11 de noviembre de 2018

PARTE II HOY EN DÍA ME PIDEN SER GERENTE


PARTE II
Hoy en día me piden ser gerente


Continuando con el escrito de la semana pasada y profundizando un poco más en la exigente tarea de ser gerente vamos a reflexionar sobre una de las principales columnas que permitirá la estabilidad institucional, nosotros la llamamos “espiritualidad”. 

Lo primero que deseo aclarar es que esto no tiene nada que ver con iglesias, ritos, sacramentos, mandamientos, o curas y monjas. Es importante que superemos ciertos prejuicios que impidan abrir la mente y el corazón a otras teorías y prácticas que enriquecen la vida y nos permiten vivir felices.

¿Qué es la espiritualidad?

“Espiritualidad es una palabra que deriva del griego y que está compuesta por la voz spiritus que significa 'respiro', -alis, que se refiere a 'lo relativo a', y el sufijo -dad, que indica cualidad, por lo tanto, etimológicamente, espiritualidad es todo lo relativo a la cualidad de lo espiritual o espíritu.” (1)

“La espiritualidad es un valor positivo y superior, ya que es una cualidad que determina, en la mayoría de los casos, un comportamiento coherente con los valores morales y éticos que ayudan al desarrollo individual.” (1)

Rescatando lo expuesto anteriormente, quisiéramos darle fuerza a la voz del espíritu, entidad no corpórea que actúa en nosotros y nos permite tomar decisiones desde un proceso correcto de discernimiento considerando todas las potencialidades no tangibles que poseemos, ejemplo el liderazgo, la escucha, la sensibilidad, el discernimiento, la eficacia, la sinceridad, el compromiso, la pasión, el don de palabra, etc.

La línea que separa espiritualidad y gestión no debería existir. Estamos invitados a hacer ese ejercicio de no separar ambas columnas tan necesarias para el éxito gerencial. Imaginemos un líder organizacional que esté consciente de la acción del Espíritu en su vida y eso lo aplique día a día en su toma de decisiones y acciones de liderazgo. Excelente.

Lo cierto es que cuando investigamos sobre espiritualidad y su comprensión desde las diferentes religiones nos encontramos con algunos elementos comunes, por ejemplo: se asume una postura de vida de ser una persona de bien en todas sus dimensiones, promover la cultura de la paz, desarrollando la tolerancia y el respeto a las diversidades, asumir un estilo de vida saludable entre otras.

Y todo esto ¿cómo se aplica a una institución? Murad Afonso nos lo aclara de la siguiente manera:

“En la óptica de una institución, la espiritualidad es el conjunto de valores que sustentan su misión y su negocio, inspirados en la persona de Jesucristo y en la causa del Reino de Dios.” (2)

Toda institución tiene unos objetivos planteados, estos solamente se alcanzarían construyendo un buen plan de acción con unas estrategias acordes al escenario presente y al futuro deseado, todo esto transversalizado por unos valores que en este caso se identifican con la persona de Jesucristo.
Toda esta teoría se comprende mejor a través de una historia que nos cuenta Marcelo Barros atribuida a Kierkegaard.

Resultado de imagen para mandarín“Cierta vez, un europeo que viajaba por el Oriente conoció a una hermosa mujer china en una estación de tren. Quedó encantado por ella, amor a primera vista, pero tenía dificultades para comunicarse porque no conocía su idioma. Cuando regresó a su país de origen, comenzó a estudiar chino con mucho interés, para así poder comunicarse con su amada. Y así lo hizo. Ambos se escribían cartas y alimentaban el amor del uno hacia el otro a través de ellas. Mientras tanto, él se sumergió en el estudio del idioma y la cultura china en un esfuerzo gigantesco, hasta el punto de convertirse en un especialista en el tema. Entonces, pasó a ser solicitado en muchos lugares, para eventos, dar cursos y conferencias. No tenía más tiempo para escribirle a su amada y ella ya no sabía a dónde enviarle sus cartas, porque él estaba constantemente de viaje. El hombre se volvió una figura importante. Pero el costo fue muy alto: olvidó a la mujer que lo motivó a aprender chino.” (3)

Les invito a hacer un breve espacio de silencio y meditar esta historia.

¿Será que nos está pasando algo parecido? Comenzamos enamorados, impactados por la belleza, por la esencia y sin darnos cuenta fuimos poco a poco desviando la atención, dejamos de mirar y consentir ese primer amor ya que nos volcamos a dar atención a lo nuevo, a los retos y exigencias del trabajo, el estrés, pasamos de ser contemplativos a ser activistas. Un desequilibrio. Y el costo fue muy alto.

Ser gerentes sin espiritualidad nos llevará a pagar ese costo tan alto. La espiritualidad no se ve pero es la que garantiza la vida y la fecundidad.

“La espiritualidad se convertirá en algo importante en la medida que las personas y las instituciones superen la cultura de la apariencia y la exterioridad.” (2)

Si la espiritualidad es tan importante para la vida de las personas y las organizaciones, ¿por qué en realidad, ocupa un lugar tan pequeño? ¿Por qué los mismos gerentes a medida que penetran en el mundo de la administración y los negocios, en las grandes instituciones, se vuelven, a menudo, más autosuficientes y menos espiritualizados?

Es importante que estemos atentos a que las cosas urgentes no sometan a lo importante, que las estrategias de eficacia no se sobrepongan a los valores, cuidado en aquellas instituciones que están aplicando modelos de excelencia y calidad poco o nada humanizados.

Como estamos conscientes de las muchas dificultades que se viven al interior de algunas instituciones, sobre todo cuando se pierde el primer amor, citamos a Murad Afonso que nos orienta con tres sugerencias para el cultivo de la espiritualidad:

Nutrir la interioridad:

“Orar es hablar con la parte más profunda de nuestro ser. Meditar es escuchar su respuesta.” 
Jean Lévesque

Los gerentes poco a poco se van dejando envolver de un activismo que no respeta tiempos ni escenarios, esto es peligroso. “El cultivo cotidiano de la espiritualidad ayuda al gerente a romper con ese círculo vicioso porque se mantiene enraizado en Dios y conectado consigo mismo.” (2)

“Estar con la conciencia alerta sobre sí mismo y regresar, constantemente a la fuente de la vida.” (2)

Esto no es fácil, no es algo que se logra de un día para otro, requiere de práctica, de disciplina y sobre de todo de un estado de consciencia que forma parte de la lista de acciones importantes.

Es importante aprender a orar sobre la práctica de la gestión.

“Vivir la espiritualidad en la gestión exige hacer silencio y retirarse en los momentos más exigentes.” (2)

Invertir en la calidad de vida:

Es lamentable pero en ocasiones los gerentes tienden a internalizar de tal manera el papel que desempeñan que las otras dimensiones de su persona van disminuyendo o no se desarrollan satisfactoriamente. Comienzan los conflictos comunicacionales, los espacios de soledad como estrategia de escape, la toma de decisiones no consensuadas, o la imposición de autoridad.

Hay que tomar ciertas posturas de vida fundamentales que le permitan a la persona crecer en su felicidad y esto será reflejado en su liderazgo, ejemplo: caminar con calma, observar, contemplar, escuchar a los otros, estar cerca, dialogar, evaluar y celebrar. Todas estas son acciones que asegurarán una calidad de vida tan deseada por muchos gerentes.

Aprender de las noches, desiertos y tempestades:

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Solamente un discernimiento con mucha sabiduría, guiará a las personas hacia la alternativa más acertada. Nadie está seguro que la decisión tomada es la mejor, pero existen elementos de iluminación que le guiarán cada paso que pueda ir dando.

Lo cierto es que cada noche en su oscuridad, cada desierto en su soledad y cada tempestad en su angustia permitirán al gerente fortalecerse si ha sabido transitar cada uno de estos escenarios con la mayor humildad y coraje posible para pasar al otro lado con el equipaje de las experiencias realizadas.

“No siempre la espiritualidad es brisa, a veces es tempestad.” (2)

Como en los escritos anteriores, quiero recordar que son la introducción de unos espacios de encuentro, reflexión o talleres que permiten profundizar y construir nuevas redacciones.

Espero sus comentarios.

Viva Jesús en nuestros corazones… por siempre.

(1) https://www.significados.com/espiritualidad/
(2) Murad A. (2015) La Gestión y la espiritualidad, Buenos Aires, Gram.
(3) Barros M. (2000) En busca del encanto perdido: la espiritualidad cristiana en este cambio de milenio, Sao Paulo, Paulinas.

2 comentarios:

  1. Hola. No estoy en cargo gerencial en la institución, pero gerencio mi aula de clases con mis estudiantes. No es fácil, se torna a veces difícil pero obtienen muchos logros cuando se explica, se delega, se da importancia, se da afecto y la buena comunicación. Solo eso se da cuando vamos de la mano de Dios. Así mismo logra el directivo de la institución cuando es capaz de reflexionar en sus respuestas y en todo lo que le rodea, no es fácil estar en un cargo de esos, son muchas las desiciones que se deben tomar, a veces creemos que lo que planteamos es así de fácil, porque nos sentimos animados, pero no vemos los contras. Hay que saber discernir entre lo bueno y lo malo de esos cargos y dar respuestas oportunas y muy centradas en la realidad. Con Dios todo. Muy interesante... Aun hay tela que cortar acerca de ese tema. Saludos Hermano

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    1. Agradecido por compartir tus ideas y experiencia. El aula y la vida de cada niño exige de cada educador que sea un excelente gerente. Cada palabra, decisión, estrategia, escucha y estímulo son piezas claves para tocar los corazones de cada estudiante; todo con las luces del Espíritu Santo.

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